Esta pregunta puede saltar a nuestra mente varias veces al día y aunque sabemos que no es fácil, sabemos lo importante de potenciar esa meta.
Hay que partir de un punto: La mejor herramienta de aprendizaje es el ejemplo y aunque no nos demos cuenta ¡Nuestros hijos nos observan todo el tiempo! Somos su referente más cercano, entonces esta meta de ser más felices es ¡Para los dos!
¿Estás listo?
Hay 8 claves que la pedagoga Sonja Lyubomirsky comparte en sus estudios:
- Sé amable. ¿Has sentido esa satisfacción después de ayudar a alguien con algo que tú sabías o podías hacer? ¡Es increíble!
- Demos más las gracias: Nos genera estabilidad mental y nos enseña a valorar más lo que tenemos.
- Pensar en positivo: Para sentirnos más seguros y creer más en todo lo que podemos ofrecer.
- No rotulamos a nadie: Evitemos usar palabras como “eres malo” o “ eres grosero”. Esto los pre dispondrá y puede encasillar su personalidad a esta palabra.
- Sin dramas: Empecemos a analizar las situaciones para evitar faltar al respeto. Recuerda que a todos debemos tratarlos como queremos que nos traten.
- Logros personales: Animarnos y animarlos a alcanzar los objetivos por propios méritos son pequeños objetivos que pueden cumplirse a diario como levantar todos los juguetes al terminar.
- Autonomía: Tareas fáciles en la casa, responsabilidades en el colegio y con los demás hará que aprendan a potenciar su autoestima e independencia para ser más seguros.
- Inteligencia emocional: Aprender a solucionar problemas fáciles de manera pacífica, en especial con la virtualidad, ayudará a generar más tranquilidad en su personalidad.