¿No les ha pasado que ahora cada año se pasa más rápido? Cuando éramos pequeños el tiempo pasaba muy lento, o por lo menos no éramos conscientes de lo rápido que avanzaba. Pero ahora, después de ser mamá o papá, todo pasa en un abrir y cerrar de ojos, en un momento estás celebrando el primer año de tu bebé y en un parpadeo ya es un niño grande y está entrando al colegio.
Por eso es muy importante que fijemos metas a corto, mediano y largo plazo. Para que cuando miremos hacia atrás, podamos ver todas las cosas positivas que hemos alcanzado y los obstáculos que hemos superado. El mejor momento para hacerlo es a comienzos del año, ya que uno empieza con más energía y grandes expectativas porque siente que cerró un ciclo y está empezando otro.
Importancia de los propósitos
Plantear propósitos tiene un efecto positivo en el desarrollo de los niños, ya que los enseña a alcanzar sus sueños y esforzarse por lograr lo que se proponen, brindándoles seguridad y confianza en sí mismos. Además, este ejercicio en familia ayuda a fortalecer las relaciones.
Los niños tienen todo el potencial para crear ideas positivas y entusiasmarse al saber que las pueden lograr. Por eso, es muy importante que como padres constantemente los motivemos y los felicitamos por su esfuerzo y dedicación.
Tips para crear propósitos
Prepara un espacio donde tengas marcadores de colores y papel para crear la lista de propósitos del nuevo año. Invita a todos los miembros de la familia a participar.
- Pregúntales a tus hijos cuáles son sus propósitos del próximo año y cómo creen que los pueden cumplir.
- Todos los propósitos deben estar enfocados en generar satisfacción y felicidad.
- El cerebro de los niños funciona a corto plazo, por lo tanto, guíalos para que sus propósitos los puedan cumplir en un tiempo cercano, de esta manera evitarás frustraciones.
- Después de crear las metas individuales creen metas en familia.
- Colgarlos en un lugar visible, tipo la nevera en la cocina donde puedan ver los propósitos en familia y tenerlos presentes para hacerlos realidad.
Cuando tus hijos alcancen uno de sus propósitos, felicítalos y celébralo. Esto los mantendrá muy entusiasmados y les permitirá continuar alcanzando lo que se proponen.